Querido lector, es común escuchar dentro de las diferentes plantas que visito que los insumos o productos ya no duran y en la mayoría de casos aseguramos que el motivo principal es que la calidad de los productos ha disminuido. Queriendo ser objetivo y en pro del desarrollo sostenible de nuestra industria, me he puesto a la tarea de investigar más sobre obsolescencia, así que de antemano les quiero agradecer por tomarse el tiempo de leer este artículo. Con él pretendo analizar la bibliografía existente sobre la obsolescencia desde la perspectiva del diseño de productos, su debido mantenimiento y la predicción productiva de los mismos. Hoy les invito a abrir su mente en busca de nuevas metodologías dentro del control de procesos.
¿Qué es la obsolescencia?
La obsolescencia ha sido objeto de varios proyectos de investigación y, con el tiempo, se han definido distintos tipos de obsolescencia. El término obsolescencia se refiere al estado de un material, pieza, dispositivo, software o producto cuando ya no es mantenido o requerido por el usuario, aunque siga funcionando. Dentro de lo que he leído, he tomado como referentes a algunos especialistas de este tema, tales como Marina Proske, Matthias Finkbeiner, Nuran Acur, Melanie Jaeger-Erben, entre otros. De cada uno de estos expertos he aprendido varias cosas y considero que muchos de estos conceptos los podemos aplicar en nuestras compañías. Ya lo dijo Marina Proske: la obsolescencia no es una descripción neutral de un estado natural particular de un objeto. En cambio, se refiere a un proceso en el que algo se descarta activamente o se considera pasado de moda.
Con la velocidad evolutiva con que avanza nuestro mundo, entendemos que los productos se sustituyen constantemente por versiones más nuevas y avanzadas. Mientras que algunos productos se quedan obsoletos por causas naturales como el desgaste o los avances tecnológicos, otros se diseñan estratégicamente con una vida útil predeterminada para fomentar una rápida rotación del producto.
En el pasado, las empresas fabricantes se centraban en diseñar productos de alta calidad, fiables y duraderos. Sin embargo, con los avances tecnológicos y la introducción de nuevas aplicaciones y funciones, los fabricantes han adoptado nuevas estrategias para aumentar las ventas y satisfacer las necesidades de los clientes. Un ejemplo paradigmático es la industria electrónica, en la que los sistemas electrónicos complejos, los fabricantes de productos y los usuarios son especialmente susceptibles a la obsolescencia debido al rápido ritmo de los avances tecnológicos, que hace que con frecuencia entren en el mercado productos nuevos y mejorados.
Como consecuencia, la vida útil de los productos se ha acortado y la producción en serie ha hecho que los componentes queden obsoletos aunque sigan siendo funcionales.
Principios de la obsolescencia
Dentro de mi investigación pude encontrar varios principios de la obsolescencia; sin embargo, de manera personal considero que el inicio de la obsolescencia se da el 23 de diciembre de 1924, cuando los fabricantes de bombillas Osram Licht AG, Koninklijke Philips N.V. y General Electric Company crearon el cártel Phoebus. El objetivo era controlar la fabricación y venta de bombillas, por lo que decidieron reducir su vida útil. Por primera vez un medio de mercadeo era utilizado para estandarizar la estrategia de venta, la duración de las lámparas y comunicaban unos mínimos de calidad. El cartel redujo la competencia en la industria de las bombillas hasta el año 1939.
En 1927, Alfred Sloan, presidente de General Motors Company, creó un modelo estratégico para competir con Ford Motor Company. Su objetivo fue que los propietarios de un automóvil GMC lo cambiaran por el último modelo, aunque aún funcionara. Sin embargo, no fue hasta el año 1932 que el agente inmobiliario Bernard London propuso el término «obsolescencia programada» en un artículo para terminar con la Gran Depresión.¿Cuáles son las causas de la obsolescencia?
Una de las principales causas de la obsolescencia es la insensibilidad organizativa a los cambios del entorno. Si quienes controlan la empresa son sensibles a las necesidades cambiantes y si redefinen sus objetivos de vez en cuando según dicten las circunstancias, la empresa podrá adaptarse a los objetivos cambiantes de modo que se evite la obsolescencia. Sin embargo, la identificación del inicio de la obsolescencia, el diagnóstico de las causas profundas y el desarrollo de soluciones para la viabilidad empresarial plantean varios retos. El desarrollo sostenible y la renovación circular de los sistemas de control distribuido tienen el potencial de ayudar a las empresas a comprometerse con iniciativas estratégicas para transformar digitalmente sus negocios con el fin de evitar la obsolescencia. Aunque el cambio tecnológico, la transformación digital, los SCD y la obsolescencia son conceptos estrechamente relacionados, poco se sabe sobre cómo abordan las empresas el enigma de la obsolescencia mientras se transforman digitalmente. La sensibilidad empírica de las empresas a la evolución de los cambios del entorno emerge y se materializa en la gestión continua de la obsolescencia.
Los fabricantes utilizan diferentes tipos de obsolescencias para programar la vida útil de sus productos: a veces son fallas irreparables o inexplicables, o sacan al mercado versiones nuevas de los equipos, incitando a nuevas compras para estar a la moda.
Tipos de obsolescencia programada:
- Obsolescencia funcional y tecnológica:Se da debido a un defecto funcional, avería o incompatibilidad. Un caso cercano es Windows 10, que en 2025 finalizará su soporte, es decir, quedará obsoleto y obligará a los usuarios a actualizar el sistema operativo.
- Obsolescencia de calidad:Después de un corto tiempo, el producto presenta fallas y mal funcionamiento. Por ejemplo, en julio de 2022, una compañía fabricante de impresoras decidió limitar intencionalmente la vida útil de ciertas referencias, argumentando que los cartuchos de esta se encontraban programados para dejar de funcionar cuando al cartucho le restaba aún un 20% de tinta. De repente aparecía un mensaje indicando que la impresora «había alcanzado el fin de su ciclo de servicio» y se había autobloqueado.
- Obsolescencia psicológica:Se siembra la idea de que el producto deja de ser de novedad o de última tendencia. De lo anterior, es fácil observar personas haciendo fila para comprar un celular en varias tiendas la noche anterior a su estreno, respondiendo a la necesidad de renovar su equipo anterior que consideran ya obsoleto con la llegada de un nuevo dispositivo al mercado.
Reducir la obsolescencia supone un paso importante hacia la economía sostenible. La economía circular pretende desvincular el consumo de recursos del crecimiento económico, manteniendo los productos y materiales dentro del proceso o subprocesos. Las estrategias correspondientes que debemos tener en cuenta son:
- Digitalizar
- Compartir
- Prolongar
- Reutilizar
- Remanufacturar
- Reciclar
Aparte del reciclaje a nivel material, se trata de formas de ampliar el tiempo de uso de un producto, ya sea manteniendo el producto que aún funciona o volviendo a introducir en él un producto que no funciona y, de este modo, evitar la obsolescencia insensible.
Es importante entender que la digitalización puede llevar a las compañías a predecir la obsolescencia de sus insumos. Hoy en día nos podemos apoyar en la inteligencia artificial, de tal manera que podamos diseñar mecanismos de predicción con el fin de prolongar la vida útil de un insumo o determinar con ciencia cierta la fecha de caducidad del mismo.
Fuente: Revista “El Empaque”
https://www.elempaque.com/es/noticias/obsolescencia-programada-i-insensibilidad-en-nuestra-industria
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